viernes, 10 de julio de 2009

Otro más. De censura, el Diario La Nación y el abuso de poder

Insulza está sentado en una oficina oscura con una gran biblioteca de fondo. Arroja sobre el escritorio la foto de una mujer y se pasa el dedo índice por la garganta en señal de sentencia de muerte. Así me imagino pudo haber sido lo que pasó con la suspensión del trabajo de Montserrat Nicolás en la OEA.

La historiadora, ferviente bloguera y autora de Curvas Políticas colaboraba desde el 2007 y hasta hace algunos días para el diario La Nación (Chile). Durante estas semanas había estado cubriendo las "entretenidísimas" reuniones y lobbys que se dieron en la Organización de los Estados Americanos a raíz del golpe de estado en Honduras. Todo desde sus oficinas en Washington DC.

Pero parece que su intromisión, su lengua o sus ‘curvas’ no le gustaron al señor “panzer”, el cual mandó a que La Nación le quitara el piso en la corresponsalía. Así, mediante el tráfico de influencias, el autoritarismo característico de los políticos, una diplomacia de lo más matonezca y tan sólo una llamada telefónica, el diario chileno la despojó de su acreditación.






Les dejo la carta que Nicolás envío al Secretario General del OEA y su versión de los hechos .



No hay comentarios:

Publicar un comentario